Diferencias entre pozo ancho y pozo de sondeo
Los sondeos y los pozos de agua son las técnicas que más se usan actualmente para extraer agua subterránea. ¿Qué beneficios reportan? ¿Cuál de esas es la mejor opción? Aquí te mostraremos las diferencias entre un pozo de sondeo y uno ancho tradicional para que escojas uno.
¿Qué es un pozo ancho?
Los pozos anchos, tal como su nombre lo indica, son aquellos de grandes diámetros (superior a 1 metro). Otra característica, que los distingue de los demás, consiste en que son poco profundos (normalmente de 3 o 4 metros). Estos son los típicos pozos usados desde hace mucho tiempo para obtener agua con un recipiente.
Como se trata de una captación vertical, el agua se saca hasta el suelo usando un cubo y una polea. Así que es un método sencillo y efectivo de explotar el agua subterránea, contenida en las fisuras o intersticios de las rocas del subsuelo.
Generalmente, estos pozos son revestidos con aros hechos de hormigón (con orificios que permiten el paso del agua) o ladrillo hueco. En ocasiones también están complementados con tubos radiales o galerías horizontales. De esa manera, se aumenta de forma significativa el caudal.
¿Qué es un pozo de sondeo?
Un pozo de sondeo consiste en una estrecha perforación, hecha en el terreno, de aproximadamente 200 mm de ancho. El objetivo de esta es localizar el agua subterránea para lograr su aprovechamiento. La característica distintiva de estos pozos es su gran profundidad, que va de 80 a 100 m.
Debido a esa profundidad, estas perforaciones hacen necesario los permisos para usar máquinas perforadoras para dicho proyecto. Esas máquinas pueden ser de dos tipos: Las de “rotación” y las de “percusión”.
Los sondeos son revestidos con tuberías metálicas que tienen numerosos orificios o ranuras para que el agua pase. Además, incorporan algunos filtros para eliminar la arena fina y lograr que el agua del acuífero salga limpia. Eso sí, a fin de lograr la explotación y aprovechamiento del agua, se requiere del uso de una bomba.
¿Cuándo se utiliza un pozo y cuando se utiliza un pozo de sondeo?
Los pozos anchos y los pozos de sondeo son trabajos llevados a cabo con el propósito de extraer el agua subterránea. Aunque cada técnica cumple con ese objetivo, hay varias características que diferencian a una de otra.
Para elegir, debes tener en cuenta la disponibilidad de hacer un trabajo u otro y cuánta agua necesitas. Porque, aunque las dos implican perforar el terreno, la realización del sondeo resulta más económica y alcanza un mayor nivel de profundidad.
Gracias a ello, se llega a acuíferos con partes superficiales que están bajo varias decenas de metros. Eso sí, para un pozo de sondeo es obligatorio usar maquinaria especializada en su realización y una bomba para su aprovechamiento.
Esas bombas suelen ser más caras que las que se usan en los pozos anchos. Teniendo en cuenta todo eso, debes tomar una decisión en base a tus circunstancias, necesidades y expectativas.
¿Es necesario una licencia de obra en ambos casos?
Sea cual sea el trabajo con perforación a efectuar (para sondeos o pozos) se requiere un permiso o licencia. La legislación establece claramente que se debe contar con autorización administrativa para acceder a agua subterránea en una parcela.
Dicha autorización debe ser otorgada por el respectivo organismo autonómico del medioambiente o la competente autoridad minera de la comunidad autónoma. En algunos ayuntamientos, la licencia debe solicitarse por obras relacionadas con el alumbramiento de agua subterránea.
Por otro lado, el terreno debe cumplir ciertos requisitos para legalizar el pozo o el sondeo. Incluso ha de haber una supervisión con el fin de asegurar que todo se lleve a cabo correctamente.
